57
LAS SIETE ARTES LIBERALES I
 

De entre los numerosos legados de la Edad Media, recibidos a su vez de griegos y romanos, se hallan las denominadas "artes liberales", siete disciplinas que aglutinaron todo el saber de la época, y a las que se dividía de la siguiente manera: Gramática, Dialéctica (a veces sustituida por la Lógica), Retórica, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía. Las siete artes liberales representaron la columna vertebral en torno a la cual giraba el conjunto de la vida cultural de la sociedad medioeval. Y cuando decimos cultural no nos estamos refiriendo sólo a la actividad intelectual y especulativa, tal y como se impartía en las universidades y centros escolásticos que existían en las más importantes ciudades de la Europa cristiana, sino también a la propia actividad manual y operativa ejercida en los colegios, talleres y corporaciones artesanales.

En la Edad Media aún no se había producido el divorcio entre la teoría y la práctica, el espíritu y la mano, la ciencia y el arte. Y esta imbricación entre el arte y la ciencia está claramente señalada en el famoso adagio: "La ciencia sin el arte no es nada".

Por ejemplo, en la construcción de una catedral o monasterio se conjugaban sintéticamente la actividad intelectual y la manual: la idea concebida en el espíritu se plasmaba en la piedra gracias al esfuerzo y habilidad de la mano, siendo esto mismo válido para cualquier otro oficio y artesanía. El origen de las artes y ciencias liberales se remonta a las escuelas griegas y romanas, especialmente a las de Atenas y Roma, sin olvidar el importante aporte de la cultura islámica. Se llamaban "liberales" porque como decía el gran rey español Alfonso X el Sabio "quieren totalmente libre de todo otro cuidado y estorbo al que deseaba aprender", es decir, que se necesitaba una plena y total dedicación a su estudio e investigación.

Entre cada una de las artes liberales se establecían permanentes correspondencias analógicas, hasta el punto de que una contenía y comprendía a las demás. Sin embargo, esto no impedía que fueran también un todo perfectamente jerarquizado, una escala que permitía al estudiante avanzar ordenada y gradualmente por el camino de su evolución interior.

 
58
LAS SIETE ARTES LIBERALES II
 

En este sentido, las artes liberales estaban divididas en dos grupos bien delimitados: el trivium (la triple vía) y el quadrivium (la cuádruple). Al trivium correspondía la Gramática, la Dialéctica y la Retórica, y al quadrivium la Aritmética, la Geometría, la Música y la Astronomía. Con las tres primeras se aprendía a pensar y razonar debidamente por medio del conocimiento y significado de la lengua (Gramática), la coherencia lógica de la misma (Dialéctica), y finalmente, por su aplicación al discurso y la palabra (Retórica), verdaderos soportes y vehículos todos ellos del pensamiento. Sólo a través del trivium, de las palabras, voces y nombres de las cosas, podía accederse a las ciencias del quadrivium, que eran superiores a aquéllas por cuanto que expresaban, y expresan, un conocimiento más esencial y profundo. Las cuatro ciencias del quadrivium se referían directamente al estudio de los ritmos y de los ciclos, de la proporción y la medida, que como sabemos conforman la estructura prototípica de todas las cosas. Al trivium y al quadrivium se añadía a veces el bivium, que comprendía la Alquimia y la Astrología.


fig.17


Por otro lado, para el esoterismo cristiano, las siete artes liberales se correspondían con los siete grados iniciáticos, análogos a los siete cielos planetarios, que representan una jerarquía de estados espirituales. La Gramática se asimilaba a la Luna, la Dialéctica a Mercurio, la Retórica a Venus, la Aritmética al Sol, la Música a Marte, la Geometría a Júpiter, y la Astronomía a Saturno. Fijémonos bien que el medio de las siete artes está ocupado por la Aritmética y por la esfera del Sol, que en efecto ocupa el centro de los planetas en la Astronomía. Esto es importante, pues la Aritmética es, desde el punto de vista esotérico, la ciencia de los números, Numerología o Aritmosofía. Y así como el Sol ocupa el centro de su sistema, llevando la luz a todos los confines del mismo, la Aritmética organiza y ordena a todas las otras ciencias, y contribuye a unir y relacionar a todas ellas entre sí. Esto está claro en lo que respecta a las relaciones numéricas, que unen la Música a la Geometría (unión que se expresa directamente en las proporciones de las formas arquitectónicas) y también al conocimiento de la Astronomía por la armonía de las esferas celestes. Pero asimismo esta importancia del número está presente en la construcción del discurso hablado y escrito, de las voces y las palabras, como es fácil comprobar en la poesía.

En todo esto se advierte una herencia de la tradición pitagórica en el seno de la cultura medioeval y de las sociedades y agrupaciones iniciáticas. Finalmente este aspecto cosmogónico de las artes liberales no era sino el soporte mismo que permitía acceder a la realidad ontológica y metafísica.

 
59
NOTA:
 

Se habrá observado que la idea de un trabajo y de un rigor están presentes en este manual, los cuales son fundamentalmente intelectuales, en el sentido mayor que hemos estado otorgando a este término.

Sin embargo, esa misma concentración rigurosa en nuestros estudios no ha de impedirnos el tratar a esta altura de la Enseñanza

de ir manifestándonos en nuestro medio de acuerdo a las medidas de las posibilidades de cada quien. Y si bien la Tradición Hermética pone el acento en el aprendizaje individual, éste puede efectuarse de manera grupal, siempre que se tengan la guía y el apoyo de un eje intelectual. En este sentido esta Introducción a la Ciencia Sagrada cumple con estos requisitos y puede ser tomada como base para el Trabajo. Según la promesa cristiana, cuando dos o más personas se reúnen invocando el Santo Nombre, el Cristo estará entre ellos.

De otro lado, se habrá observado que el Programa conlleva una didáctica, vale decir, una estructura ordenada lo suficientemente maleable y rica en posibilidades como para que pueda ser seguida por distintos temperamentos y en diferentes ámbitos culturales.

 
60
CUADRADOS MAGICOS
 

Hemos hablado de los cuadrados mágicos y en particular del cuadrado natural de 9 casillas, o de Saturno (Ver acápite Nº 48). Trabajaremos ahora con los cuadrados correspondientes a los siete planetas, tomándolos como instrumentos para comenzar a descifrar lo inscrito dentro de ellos, advirtiendo que son tanto síntesis de sabiduría, como mapas de la cosmogonía y a la vez poderosos talismanes, o amuletos plagados de energías. 

Damos aquí los cuadrados mágicos asignados a los distintos planetas incluyendo números y letras del alfabeto sagrado. Como hemos dicho el prototípico de tres columnas de lado es atribuido a Saturno, el de cuatro a Júpiter, el de cinco a Marte, el de seis al Sol, el de siete a Venus, el de ocho a Mercurio y el de nueve a la Luna, en perfecta vinculación con las equivalencias entre astros y sefiroth del Arbol cabalístico y sus respectivas numeraciones.

Aunque la colocación de los números en cada casilla parece a primera vista caótica, por el contrario estas cifras están colocadas de modo tal que reflejan asombrosamente la armonía del universo y el carácter mágico-teúrgico de estas estructuras simbólicas, lo cual se observa en el hecho de que la suma de los números de todas las casillas horizontales, verticales y diagonales es siempre idéntica. En el caso del cuadrado de Júpiter o cuadrado de cuatro, de dieciséis casillas, se observa una perfección aún mayor ya que también los cuatro números centrales, los cuatro de las esquinas y los que se oponen dos a dos en el centro de las horizontales y las verticales, suman también 34. Se recomienda el ejercicio de calcular el valor numérico de las letras del alfabeto hebreo que figuran en cada casilla y comparar dicho valor con el número asignado a esa casilla. Este ejercicio de sustituir las letras por sus equivalentes numerales, tomando como modelo el cuadrado de Saturno, se podrá ir repitiendo en los distintos cuadrados mágicos planetarios que damos a continuación.

Se recuerda al lector que el alfabeto hebreo se lee de derecha a izquierda, y que así han de leerse los valores representados por más de un dígito.

Recordamos aquí que los pitagóricos juraban no sólo por la Sagrada Tetraktys sino también por el Cuadrado de Cuatro.


SATURNO: Cuadrado de base 15; el total de números de los casilleros suma 45: 

JUPITER: Cuadrado de base 34; el total de las columnas suma 136: 

MARTE: Cifra de base 65; suma números casilleros 325: 

SOL: Cuadrado base 111. El total de las columnas es 666: 

VENUS: Cifra de base 175. Número del total 1225: 

MERCURIO: Base 260. El total suma 2080: 

LUNA: Basado en el número 369. Suma 3321: 

 
61
NUESTRO PROGRAMA:
 

Nuestro Programa tiene una estructura didáctica circular y por lo tanto, una vez que se han seguido las primeras secuencias de esta Introducción a la Ciencia Sagrada y se ha conseguido ligar con su ritmo particular, ella puede repasarse y releerse en distinto orden.

Sin embargo nos interesa, como método de conocimiento, la comparación y la interrelación de todas las formas tradicionales como modos de expresión de una misma realidad que se manifiesta a lo largo de la Historia, y en toda la extensión de la Geografía. De la confrontación y vinculación entre los símbolos tradicionales surgen chispas y energías que nos hacen comprender muchos de los puntos que son objeto de nuestros estudios.

El Taoísmo y la Tradición Hermética amén de ser ambas reveladas por una Tradición Primordial y Trans-histórica tienen algo en común que las hace afines: el hecho de que no hayan derivado en formas religiosas o exotéricas, tal cual ha sido el caso del Judaísmo, Cristianismo, Islam, o de modos "cuasi" religiosos como ciertas formas del budismo e hinduismo, etc. Ambas ponen el énfasis en la Alquimia como realización individual, lo cual les otorga un marco de gran amplitud, y no subrayan la vía emocional como forma prácticamente única de acceso a lo espiritual. Se ha dicho que este último camino se ha convertido casi en puro sentimentalismo en los tiempos que corren, y no desemboca en el Conocimiento.

 

Home Page